La sonámbula
Diciembre 2025 | ||||||
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Vincenzo Bellini: La sonámbula (versión concertante)
Cuatro años antes de Lucia di Lammermoor de Gaetano Donizetti, La sonnambula de Vincenzo Bellini llegó al escenario. La fórmula del éxito es la misma: gran amor, celos y música hermosa. Sin embargo, se trata de una historia semi-seria. Aunque la situación parece sin esperanza al final (la heroína es atrapada en sus escapadas nocturnas), la locura y la muerte no forman parte de la conclusión. En realidad, todo es bastante inocente, y los amantes se reúnen ya en la Tierra, no solo en el cielo.
Argumento
La acción se desarrolla en un pueblo de Suiza, en una época indeterminada.
Acto I
Escena I
Un pueblo, un molino en el fondo
La plaza de una aldea de los Alpes suizos, en una época indeterminada. A un lado, la posada de Lisa, hermosa mujer coqueta e intrigante, a cuyo amor aspira el joven campesino Alessio, persona de buen corazón pero sin muchos medios de fortuna. Lisa, en realidad, quiere recuperar el amor de Elvino, su antiguo pretendiente, campesino mucho más rico que Alessio, pero prometido ahora de la joven huérfana Amina, a la que la molinera Teresa acogió en su casa dándole su cariño.
Al alzarse el telón un nutrido grupo de campesinos muestra su alegría por la celebración de los esponsales de Amina y Elvino: se va a firmar el contrato nupcial y al día siguiente se celebrará la ceremonia religiosa. Lisa, la propietaria de la posada, está consumida por los celos. No soporta que el pueblo entero alabe la belleza y cualidades de su rival Amina. Alessio, encargado de organizar los festejos, es tratado con altivez por Lisa. Amina, turbada ante los elogios de todos, agradece a sus amigos sus bellos deseos y particularmente a su madrastra, Teresa, la propietaria del molino, que la ha adoptado como una huérfana. Agradece a Alessio, que ha preparado la canción nupcial y organizado las celebraciones, deseándole suerte en su cortejo de Lisa, que sigue rechazando sus proposiciones.
Llega el notario. El novio aún no se ha presentado, y a todos resulta extraño este hecho. Por fin aparece Elvino, y explica su tardanza porque se había detenido a orar ante la tumba de su difunta madre, cuya bendición desde el cielo ha implorado para su boda, y entrega a la novia el anillo que le habla pertenecido: Amina será tan buena esposa para él como su madre lo fue para su progenitor. El notario procede, y pregunta a los novios cuál es su aportación al matrimonio: todas sus tierras, Elvino; sólo su corazón, Amina, lo cual, en opinión de su amado, lo es todo.
Se oye en escena ruido de caballos. Un carruaje se detiene en la plaza, del que desciende un misterioso caballero de edad madura. Rodolfo, que así se llama el personaje, se dirige al grupo de los presentes y pregunta si falta mucho para llegar al castillo del conde, señor de aquellas tierras. Lisa, siempre calculadora, ofrece al caballero su posada asegurando que no podrá llegar más que a noche cerrada. Rodolfo acepta encantado su proposición y reconoce encantado el lugar donde, afirma, pasó hermosos días de juventud, al tiempo que se informa de las circunstancias de la boda, alabando la belleza y gentileza de la novia, que le recuerda a una muchacha a la que él amó hace muchos años; ello despierta los celos de Elvino, que debe callar ante un caballero de tanta alcurnia. Admite que estuvo una vez en el castillo, cuyo señor ha muerto hace cuatro años. Cuando Teresa explica que su hijo había desaparecido algunos años antes, el extraño les asegura que está vivo y que regresará.
Rodolfo no quiere revelar su identidad: en realidad es el conde, venido de lejos a hacerse cargo del castillo de sus difuntos padres. Teresa advierte entonces a los presentes que ya es hora de retirarse. A preguntas del conde, le explican que a esas horas suele vagar por el lugar una terrible presencia, un fantasma. Rodolfo se ríe de tal superstición, augurando para aquellas tierras la pronta desaparición del espectro. El conde se retira a descansar a la posada de Lisa; los campesinos hacen lo propio. Elvino está celoso de la admiración del extraño por Amina; está celoso incluso de las brisas que la acarician. Amina hace prometer a Elvino que olvidará sus celos injustificados. Las sombras invaden la plaza, que va vaciándose poco a poco.
Escena II
una habitación en la posada
El interior de la alcoba de Rodolfo en la posada. Se ve una gran ventana al fondo. El alcalde ha informado a Lisa, junto con el resto del pueblo, de la verdadera identidad de este. Lisa le dice al extraño que ha sido reconocido como Rodolfo, el hijo del conde largamente perdido, y le advierte de que el pueblo está preparando una bienvenida formal. Mientras tanto, ella es la primera en rendirle pleitesía, deseosa de que ello le reporte algún futuro beneficio al ser la primera en presentarle sus respetos. El conde acepta encantado la visita de la posadera, en la que intuye alguna posibilidad amorosa. Ella se siente halagada cuando él comienza este flirteo, pero se escapa corriendo, perdiendo un pañuelo con las prisas, cuando oye sonido fuera.
En la ventana aparece Amina, que caminando dormida, se imagina como será su boda con Elvino. Rodolfo, dándose cuenta de que sus paseos nocturnos han suscitado la historia del fantasma en el pueblo, está a punto de aprovechar su desvalido estado pero queda conmovido ante su inocencia, la bondad de corazón de la joven, y de su hondo amor por Elvino, por lo que abandona ciertas ideas que mal encajarían con la virtud de la joven. El conde recoge el pañuelo y lo deja caer en la cama: reconoce que la joven es sonámbula. Amina se duerme en el sofá y él sale.
En ese momento se oyen las voces de los campesinos, que a pesar de la hora acuden a presentar sus respetos al conde. Lisa sale de su escondite, contempla a Amina en la habitación y comprende encantada que su rival va a perder la reputación. El conde, asustado por las circunstancias, decide marcharse de la posada y sale por la ventana, cerrándola tras de si.
Los campesinos entran y comprueban que el conde no se encuentra allí, y también que hay otra persona: una mujer. Momentos más tarde comprueban horrorizados que la mujer es Amina. Lisa señala a la durmiente Amina.
Elvino, que acaba de entrar en la habitación seguido de Teresa, creyendo que ella le ha sido infiel, la rechaza enfurecido. Ante sus gritos, Amina se despierta, se sorprende de hallarse allí, pero de nada le sirven sus protestas de inocencia: nadie le cree, y menos que nadie el celoso Elvino, que la rechaza violentamente. Amina, asustada y llorosa, busca consuelo en Teresa, la cual anuda el pañuelo de Lisa en el cuello de Amina, creyéndolo de la joven. Amina está desesperada. Todos, excepto Teresa, la abandonan.
Acto II
Escena I
Un bosque
Nos hallamos ahora en la colina cercana al castillo del conde Rodolfo. Un grupo de preocupados campesino acuden al castillo para pedir al conde que ayude a probar la inocencia de Amina. Se encuentran por el camino con Teresa y Amina, que también acuden a solicitar la ayuda del conde. Pasa entonces Elvino, cabizbajo y ofendido, Amina se acerca hasta él y le ruega que acepte sus explicaciones de honradez, pero él le quita el anillo que le había entregado, y ni siquiera las palabras de los campesinos, que regresan con la garantía de inocencia del conde, consiguen que el joven cambie su actitud, aunque no consigue apartar su imagen de su corazón. Amina, desesperada, cae desmayada en brazos de su madre.
Escena II
El pueblo, como en el Acto I
De nuevo nos encontramos en la plaza de la aldea. Lisa, como de costumbre, discute con Alessio, cuyo amor sigue rechazando. Elvino ha decidido casarse con Lisa. Aparece un grupo de campesinos que anuncian alegres la próxima boda de Lisa y Elvino: este acude en persona a formular a Lisa su propuesta, que la joven acepta encantada sin importarle que Elvino se case con ella por despecho.
La pareja se encamina hacia el templo, pero hace su aparición el conde Rodolfo, quien asegura a Elvino que Amina es inocente. Él le pide que justifique la presencia de la muchacha en su alcoba, y Rodolfo explica a los presentes que hay personas, los sonámbulos, que caminan y contestan a quienes les hablan estando profundamente dormidos, mas nadie da crédito a sus palabras, a pesar incluso de su condición de señor de aquellas tierras. Elvino rechaza creerlo.
Al oír el griterío Teresa sale de su casa y pide a todo el mundo que se calle: Amina, al fin, ha logrado conciliar el sueño agotada. Todos obedecen. Teresa repara entonces en la comitiva y se percata de lo que está sucediendo. Lisa, cínica, le dice que se casa con Elvino porque a ella no la han sorprendido de noche en la habitación de un hombre. Teresa, indignada, muestra a todos el pañuelo que ésta perdió en la alcoba del conde, quien discretamente se queda callado, pero sigue afirmando la virtud de Amina. Lisa no sabe qué explicación dar. Elvino se pregunta sobre la existencia de la virtud entre las mujeres y del amor verdadero y pide una prueba. En ese momento Amina sale por la ventana del molino, y el conde lo indica a todo el mundo.
La joven emprende su sonámbulo paseo; corre el riesgo de caer sobre la rueda del molino, pero se salva; habla en sueños. Rodolfo advierte que despertarla será fatal, de manera que todos miran mientras ella revive su compromiso y su dolor por el rechazdo de Elvino. Ella llega sana y salva al otro lado. El conde, empujando al muchacho, le dice que haga lo que Amina le pide en sueños, y este le devuelve el anillo. Los aldeanos estallan en gritos. Amina se despierta, y se encuentra, maravillada, en los brazos de Elvino, quien le solicita su perdón y que todos aclaman su inocencia. El canto de Amina, camino por fin del altar del brazo de su amado, concluye la ópera con la expresión de su extasiada felicidad.
Programa y reparto
Dirección musical: Francesco Lanzillotta
Amina: Jessica Pratt
Elvino: Francesco Demuro
Lisa: Sarah Dufresne
Rodolfo: Adolfo Corrado
Alessio: Pawel Horodyski
Teresa: Valentina Pernozzoli
Orquesta y Coro del Festival del Tirol en Erl
Festspielhaus Erl
Festspielhaus
Diseñado por Delugan Meissl Associated Architects, Viena, la extraordinaria estructura cuenta con 862 plazas (130 de las cuales son flexibles asientos cerca de la orquesta) y foso de la orquesta más grande del mundo (160 metros cuadrados-). La superficie útil total es de 7.000 metros cuadrados. Contratista general era STRABAG, director del proyecto Ing. Georg Höger.
Los nuevos aspectos Festspielhaus y complementa la arquitectura de la edad de su entorno natural y Passionsspielhaus de una manera única: en el verano, cuando el Festival del Tirol Erl o las dramáticas de la Pasión se llevan a cabo en el Passionsspielhaus blanco, la oscuridad Festspielhaus se mezcla con el bosque oscuro , permitiendo que los Passionsspielhaus sea dominante. En el invierno es al revés: mientras que el Passionsspielhaus blanco se desvanecerá en el entorno, la oscuridad Festspielhaus se destacan en el paisaje blanco.
El Festspielhaus ofrece la moderna infraestructura que ha faltado gravemente a la Passionsspielhaus, incluyendo un hall de entrada con guardarropa, maquinaria escénica moderna, varias salas de ensayo y un montón de espacio para oficinas administrativas. El Festspielhaus ofrece el Festival del Tirol Erl con las condiciones básicas que necesita para asegurar el éxito del Festival continuará en el futuro.
Los Passionsspielhaus en Erl, construidos entre 1957 y 159 en los planes por el arquitecto Robert Schuller, es una obra maestra arquitectónica y acústica. La estructura combina con su entorno y es una extensión visual de las montañas colindantes.
Gracias a su forma llamativa la Passionspielhaus al instante se convirtió en mayor hito de Erl. Teatro más grande de la orquesta de Austria con capacidad para 1.500 visitantes. El amplio escenario de 25 metros se hace por etapas y proporciona un telón de fondo espectacular para los actores representación de la Pasión 500, así como la orquesta del Festival del Tirol Erl, que realiza en el escenario ya que no hay foso de la orquesta.
Una cafetería que sirve aperitivos y bebidas se añadió en 1997 y una Sala de Arte de 150 visitantes se abrió en 2003.
Cuando el Festspielhaus fue renovado entre octubre de 2006 y abril de 2007 se actualizaron todas las instalaciones sanitarias; un "foso de la orquesta" con elevador de tijera y una subestructura para el escenario principal se añadieron; el auditorio quedó equipada con un sistema de circuito sordos y una nueva planta; la pasarela, el diseño exterior, el sótano debajo de la rampa de burro, el puesto de refrescos, todas las instalaciones eléctricas y el sistema de ventilación fueron reemplazados; y el vestuario y la escalera renovadas.
TU MANERA DE ERL
EN COCHE
Alemania, Austria Oriental
A8 Munich-Salzburgo, Autobahndreieck Inntal, A 93, salida de la autopista Nussdorf / Brannenburg o Oberaudorf / Niederndorf
Italia, Suiza, Austria Occidental
Inntalautobahn A 12, salida de la autopista Kufstein Nord o Oberaudorf / Niederndorf; Italia: después de Brenner Pass tomar la A 13 y A 12 (aproximadamente 1 h 20 min a Erl.); de la frontera con Suiza es un viaje de 3 horas a Erl; todo el viaje es en las autopistas y autovías.
En Austria, el uso de las autopistas y autovías está sujeta al pago de un peaje.
Munich - Erl aprox. 1 hora en coche
Salzburgo - Erl aprox. 1 hora en coche
Innsbruck - Erl aprox. 45 horas en coche
EN TREN
Todos larga distancia y trenes regionales paran en Kufstein.
VUELOS
Aeropuertos
Innsbruck (90 km),
Salzburgo (90 km),
München (110 km).